El proyecto se desarrolla en un terreno de 1000 m2 en una zona residencial de Guadalajara. Desde la calle, el terreno tiene una pendiente de unos 3 m de desnivel descendiente hasta su límite con una barranca arbolada de unos 20m. La característica más importante del predio es el imponente árbol de Hule denso follaje unos 18m de diámetro y altura. 

Los propietarios, una familia de 5 integrantes querían una casa con una distribución funcional, en la que pudieran tener un jardín plano, privacidad y pudieran gozar de los coloridos atardeceres tapatíos. Para de conseguirlo, el proyecto se desplanta en torno al hule, a manera de partido en T, por medio de un volumen largo al Este, y al centro otro volumen que se intersecta y que separa el jardín en frontal y trasero. 

Además del reto del terreno, el propietario plantea un reto constructivo, para crear una sinergia entre su negocio y la construcción de su casa, que incida favorablemente en costos y tiempos de obra. Si bien bajo tierra el sótano es de concreto colado en sitio, sobre nivel del terreno planteamos utilizar construcción seca, con marcos prefabricados de acero como sistema estructural, entrepiso de panel SIP, soportado por vigas delgadas de madera, muros divisorios de panel de yeso y fibrocemento, y cubiertas ligeras en su mayoría. La modulación responde a medidas comerciales para optimizar el aprovechamiento de los materiales y favorecer la prefabricación de elementos fuera del predio. 

Entrar a la casa es un recorrido procesional. El acceso principal a la casa es discreto hacia el exterior, con la puerta a la calle queda remetida, casi escondida, entre dos muros. De frente, con una banca, te recibe otro muro, dándote un poco de tiempo antes recorrer una delgada columnata y desde la cual se revela el jardín contemplativo en torno al gran hule. Al recorrer ese pasillo, se percibe la profundidad del predio tras la terraza diáfana, el jardín plano, y la alberca se ven los árboles de la barranca al fondo. Al final al abrir la puerta principal, está el recibidor, una especie de galería para el piano y muros para arte, que al atravesarlo, te encuentras en la terraza. Este espacio de convivencia es el corazón de la vida social de la casa, un espacio libre de columnas de 11 x 6m que tiene por un lado con el jardín plano para jugar y por el otro el jardín contemplativo y natural en torno árbol del hule. Ahí se está al centro de todo, para para estar durante las mañanas y comer por las tardes. Desde ahí se accede a resto de la casa. 

El programa completo se desarrolla en 2 niveles y un sótano. Las escaleras, estratégicamente posicionadas en a la articulación de los volúmenes, conectan los tres pisos. Siempre en planta baja, a un lado de éstas, la cocina y un cuarto de estar familiar viven hacia el jardín del Hule, y al otro lado, el salón y el bar dan hacia el jardín plano, el asador y la alberca. 

Nada mas al subir la planta alta se siente mas privada, separando así del área publica las recamaras y el estudio de los niños en el volumen largo, y la amplia recámara principal que se vive mas como una suite, con un gran vestidor y un baño con un patio al centro para bañarse ocasionalmente al aire libre. 

Bajo suelo, las escaleras te llevan al sótano, destinado funciones accesorias como el estacionamiento cubierto para 5 autos. También hay habitaciones en torno a patios privados para las personas que trabajan y viven con la familia, bodegas y un cuarto de máquinas. Pero el sótano se reserva dos últimas sorpresas:  una oficina y un cuarto de juegos en el límite de la barranca, que miran al follaje a través de unas terrazas de piedra. Desde ellas se puede subir por fuera nuevamente al área social de la alberca.